Subasta 1032, Lote # 264 VIRGEN DE TRES MANOS RUSIA, Ca. 1900 Óleo sobre tabla Ligeros detalles de conservación 32 x 27 cm Esta advocación evoca una curiosa leyenda. San Juan Damasceno (640-754) era funcionario del califa de Damasco. Al advenimiento del califa Abd-el-Mali, Juan se retiró al monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén. Allí se consagró a la oración y a la elaboración de su obra teológica. Posteriormente el emperador León delató a Juan ante el califa como un traidor que supuestamente entregó los planos de la ciudad al enemigo. Inmediatamente el califa le mandó cortar la mano con la que había diseñado el plano de la ciudad. Juan, lleno de angustia, presentó su mano cortada a la imagen de la Madre de Dios. Al momento sintió la voz de la Virgen que le prometió la curación. A la mañana siguiente la mano estaba de nuevo en su sitio. El califa, sintiéndose engañado, quiso restituir a Juan en sus funciones, pero él rehusó, porque había decidido consagrar su vida a la Madre de Dios. Dejó Damasco, llevando consigo el icono, y se hizo monje en el monasterio de San Sabas. El icono permaneció en el monasterio hasta el siglo XIII. San Juan Damasceno, como signo de agradecimiento, fijó sobre la parte baja del icono una mano de plata. Más tarde, en las copias, esta mano se representó en pintura. Este icono es uno de los más célebres en la Iglesia greco-ortodoxa y atrae a numerosos peregrinos. Estimado $12,000-18,000
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